Las vergüenzas del sector Cárnico Alemán son también las vergüenzas del sector Cárnico a nivel Mundial
Así se consigue un pollo a 2 euros en el Lidl: el covid expone las vergüenzas de Alemania Expone el título del artículo de el confidencial
El sacerdote católico Peter Kossen, que se manifestó frente a la entrada de la planta de Westfleisch con un cartel que decía "Fin a la esclavitud moderna", aseguró en declaraciones a Deutsche Welle que la tragedia se veía venir "desde hacía semanas". Los inmigrantes, explicó, viven "hacinados" en "alojamientos colectivos y cabañas mohosas" y van a trabajar en "autobuses abarrotados".
Hubertus Heil reconoció recientemente que en el sector entre el 50 y el 80% de los empleados están subcontratados, con frecuencia a través de estructuras complejas de múltiples niveles que, según el ministro de Trabajo, dificultan a la inspección el cumplimiento de las normas laborales
Texto íntegro del confidencial
En los últimos días, se han descubierto las infames condiciones en que trabajan y viven muchos inmigrantes de Europa oriental en Alemania al dispararse los contagios en varios mataderos
La pandemia está tensando las costuras más débiles de las sociedades.
Incluso
en las que hasta los que el momento mejor han plantado cara al covid-19
Los
albergues comunes en los que se alojaban hacinados fueron el caldo de
cultivo perfecto para la propagación del coronavirus.
La
alerta saltó cuando empezaron a multiplicarse los infectados en Coesfeld
Los
epidemiólogos no tardaron en trazar el origen del foco.
Más
de 200 contagiados, casi un cuarto del total de los afectados en
ese distrito, eran extranjeros comunitarios, principalmente
rumanos, búlgaros y polacos, que trabajaban en un gran matadero
local, una filial de Westfleisch, el tercer mayor procesador de
carne de Alemania y entre los mayores de Europa.
Este gigante
exporta el 40% de su producción a 40 países de todo el mundo.
Y las cifras de contagiados seguirán elevándose en los días
siguientes.
Según el recuento más reciente, se han registrado un
total de 279 casos positivos, el 23% de los 1.200 trabajadores que
componen la plantilla de esa planta.
La
investigación siguió adelante, para comprobar que el principal
factor de propagación del coronavirus entre los trabajadores eran
- sus alojamientos.
- con unas condiciones salariales y laborables deficientes,
- la inmensa mayoría de los empleados procedían de Europa del Este y residían en saturados albergues comunitarios,
- la privacidad no existe
- las reglas de distanciamiento social no se pueden cumplir.
Tampoco
se pueden respetar en los autobuses en los que se les llevaba cada
mañana a la planta a trabajar.
Muchos
de los afectados, con mínimos conocimientos de alemán, ni siquiera
eran conscientes de la situación de excepción que se vive en el
país por la pandemia, según han relatado ellos mismos a varios
medios locales.
Desconocían
las restricciones y las medidas de distanciamiento social.
"Esclavitud
moderna"
El sacerdote católico Peter Kossen, que se manifestó frente a la entrada de la planta de Westfleisch con un cartel que decía "Fin a la esclavitud moderna", aseguró en declaraciones a Deutsche Welle que la tragedia se veía venir "desde hacía semanas". Los inmigrantes, explicó, viven "hacinados" en "alojamientos colectivos y cabañas mohosas" y van a trabajar en "autobuses abarrotados".
Como expongo en mi anterior post,
(Sin querer entrar en polémicas políticas que darían gran literatura, si bien estoy de acuerdo en que exista flexibilidad en el mercado de trabajo, debemos preguntarnos,
- quién ha permitido la existencia o el abuso de este tipo de subcontratación,
- quién no lo ha controlado,
- quién da o cancela permisos de trabajo,
- quién a controlado el uso por parte de la empresas,
- quien controla las situaciones habitacionales,
- estas situaciones no es exclusiva de Alemania si no se da en todos los países con importantes producciones ganaderas e industria cárnica a nivel mundial.)
Esto nos lleva a pensar que si hay una pandemias tenemos un caldo de cultivo interno si no atajamos esta situación, o que esta situación no se abordaría si no hubiera una pandemia, con lo que sigo pensando que debe haber una conciencia social a nivel global, pues todos somos humanos con más o menos fortuna de allí donde hayamos nacido).
Tirando
del hilo, las autoridades llegaron a sus condiciones laborales.
Los
inmigrantes estaban subcontratados por empresas interpuestas y, por obra, pese a llevar a cabo labores ordinarias en el
matadero.
Cubrían turnos en ocasiones de hasta 16 horas y no se les
permitía disfrutar de sus descansos.
El
ministro de Trabajo, el socialdemócrata Hubertus Heil , instó en el Bundestag a afrontar los fraudes de ley en el sector.
"No
podemos como sociedad mirar hacia otro lado cuando personas de Europa
central y oriental son explotadas aquí", denunció.
La
ministra de Agricultura, la conservadora Julia Klöckner , agregó por
su parte que algunas "ovejas negras" estaban afectando a la
"imagen del conjunto del sector".
Las
autoridades municipales se vieron forzadas a cerrar temporalmente
la planta, que quedó clausurada finalmente semana y media.
El
departamento de Sanidad de Renania del Norte-Westfalia ordenó
entonces realizar test a los trabajadores del matadero.
Todos los
empleados migrantes quedaron en cuarentena en sus alojamientos hasta
que se pudo perimetrar y contener el brote.
Más
mataderos afectados
No
es el único matadero que ha tenido problemas en Alemania.
En Osnabrück,se
clausuró temporalmente otra planta de procesamiento de productos
cárnicos (también de Westfleisch) después de que se identificase un foco de coronavirus.
En
un matadero
de la empresa Müller , en Birkenfeld
En
la planta
de Vion, en Bad Bramstedt , fueron 109 los empleados
infectados, entre ellos, muchos migrantes que pernoctaban juntos
en un alojamiento de la empresa y quedaron en cuarentena.
El
temor a que la precariedad fuese la norma en el sector cárnico llevó
a varios gobiernos regionales a testar a todos los trabajadores de
mataderos.
Según
la Oficina Federal de Estadística, unas 128.000 personas trabajan
en los 376 mataderos y las 1.105 plantas de procesamiento de
productos cárnicos de Alemania.
Hubertus Heil reconoció recientemente que en el sector entre el 50 y el 80% de los empleados están subcontratados, con frecuencia a través de estructuras complejas de múltiples niveles que, según el ministro de Trabajo, dificultan a la inspección el cumplimiento de las normas laborales
Por
evasión de impuestos, pero también por pagar a sus trabajadores
extranjeros por debajo de convenio gracias a una maraña de
subcontratas.
¿Es
la vía alemana la mejor respuesta europea a la crisis sanitaria?
Estos son algunos de los desafíos y deficiencias de la estrategia del Gobierno de Berlín
Estos son algunos de los desafíos y deficiencias de la estrategia del Gobierno de Berlín
En reacción a este escándalo, el Consejo de Ministros de Alemania aprobó la semana pasada
- el aumento de los controles sanitarios y laborales a estas empresas,
- el fin de los contratos por obra en el sector cárnico a partir del 1 de enero del año que viene,
- el recurso a las subcontratas.
Todos
los operarios en su plantas deberán ser propios.
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